A Salvapop, Juan Manuel y Kitty.
Sale sobrando abrir la boca demasiado, porque cuando se trata de emociones fuertes las palabras salen sobrando. Vale más la imagen de Daniel Ash tocando el saxofón como un demonio por todo el escenario o la imagen de David J. desde la penumbra escupiendo tonos graves desde un bajo gris (cuyo estilo ya debería tener copyright) que un posting largo y tedioso. Lo que si, es que Bauhaus vino a demostrar que son un grupo atemporal y escencial y que conservan esa magia y salud que siempre les caracterizó. De mito legendario a realidad única e irrepetible, porque el concierto de Bauhaus celebrado ayer aquí en la ciudad de México fue uno de esos momentos que le marcan a uno de por vida, fue una avalancha de emociones y un caudal de energía post punk a toda regla, más les valio dejar de respirar y quedarse en silencio, porque ayer en el Palacio De Los Deportes se tocaron algunas de las mejores canciones que se han escuchado en la historia de la música contemporanea. Ahí toda clase de gente fuimos testigos de las tablas que tienen Peter Murphy y compañía, perfectos, arrolladores y con un catálogo clásico y eterno vinieron a regalarnos algunos momentos más en el foto álbum musical de nuestras vidas. Qué profunda emoción y que infinita tristeza de aquel momento en que salieron del escenario ¿cuándo tendremos otra vez la oportunidad de verles? Les queremos mucho, que Dios les propulse.
